martes, 5 de octubre de 2010

Solo a tu lado





Capítulo I

Tiempo actual, Hospital Healthcare
Jueves 1 de Febrero 8:00pm (20 horas)

Las puertas de la sala de urgencias de Healthcare en Florida se abrieron de un fuerte golpe cuando los paramédicos entraron a la carrera. En la camilla iba una alta mujer morena en mal estado, pero la mayor preocupación era el disparo en la cabeza, la sábana blanca de la camilla estaba empapada de sangre que salía por todo su cuerpo ya que la cabeza no era el único lugar en el cuerpo que recibió un disparo.

-¡Margot!, llama a un médico ¡ya!, está muy mal –dijo Blas uno de los paramédicos que respondió a la llamada. Tardaron un poco, las calles estaban congestionadas porque en ese lugar hubo una masacre y ya la gente no era tan bueno samaritano. Este joven jamás olvidaría tanta sangre y personas muertas en un mismo lugar.

-Blas hoy estamos de suerte nuestra salvadora ha terminado en el quirófano, le avise a ella en cuanto llamaste que venias –dijo aquella enfermera evitando que la hemorragia de la  herida de la cabeza siguiera saliendo y corriendo con los otros enfermero/as al quirófano. Mientras la Dra. Díaz bajaba para atenderla

Díaz, aún no había cumplido los veinte cinco años, era considerada como una maravilla en la neurocirugía, cirugía general y pediatra. Es la jefa de la neurocirugía en Healthcare, entre las responsabilidades en el hospital y su propia consulta privada de pediatría, esta doctora tenia escaso tiempo para una vida social.

Le habían dicho que la paciente estaba siendo trasladada para el quirófano por su estado así que bajo directamente para allá, cuando llego se lavó las mano y se puso el traje azul que suelen tener los cirujanos, situándose detrás Margot, seguida por un su residente, la doctora Díaz susurro al oído de la enfermera

-Me has invocado  ¿O me equivoco?

La voz suave y sexy de la doctora, le causo a Margot un estremecimiento por todo su cuerpo y pensó si tuviera unos años menos habría intentado algo con ella.

-Claro Dra. ud es la salvadora

-Ok, ¿Qué tenemos? –pregunto la Dra. Díaz

No se fijó muy bien en el rostro de la paciente y si quisiera la sangre se lo impedía, la atención de Díaz se centró únicamente en la herida de la cabeza era la más peligrosa de las heridas de la paciente. Ordeno que le limpiaran un poco la herida, así lo hizo la enfermera, ya iba a comenzar su trabajo cuando miro a la paciente y los recuerdos en la universidad se removieron en su cerebro y en su corazón, Valentina tuvo que sostenerse fuertemente de la camilla para no caer.

-Alex –susurró-

-Dra. ¿Pasa algo? –Pregunto Joan el joven residente-
La joven doctora miro al otro cirujano que estaba sacando las balas en todo el cuerpo de Alex.
Cariño, ¿Qué te paso?, ¿Cuánto hace que no te veo?, y mira cómo te vengo haber pensó para sí misma

Sin más preámbulo desecho la idea de llorar, lo que más importaba era la vida de Alex, así que se colocó en la parte de la cabeza y comenzó su trabajo, la operación duro más de 2 horas sobre todo en la parte del cerebro, saco con cuidado una bala calibre 22, ya estable la llevaron a la unidad de cuidados intensivos, su condición no era las más buena pero estaba estable y eso daba una pequeña esperanza. Díaz fue a rellenar los papeles del cuadro de Alex junto a sitio de enfermeros, luego paso a ver algunos pacientes. Termino y fue  a ver como estaba Alex. Al llegar al piso noto que de la habitación salía un joven médico que nunca había visto en el hospital, con los ojos rojos, creyó que le pasaba algo a Alex y salió corriendo, en la habitación solo estaba un enfermera poniendo el medicamento que ordeno, no pudo evitar un par de lágrimas al verla con puros cables por todo su cuerpo y una venda en su cabeza, la misma que coloco uno hora atrás para cubrir la herida, además no podía entrar así que le toco ver por el vidrio. Su historia con Alex era algo que creía enterrado. Que me torturen si no es verdad que no he dedicado un minuto de mi aburrida existencia a pensar en ti cada día de mi vida, Alex. ¿Alguna vez habrás pensado solo una ven en mi luego de que ese día y nunca mas volviste?

Estaba tan en si misma que no vio como Tom, se puso a su lado. Era una de las pocas personas que conocía desde su niñez era el mejor amigo de Alex y ella, él era el jefe de cardiología del y médico pediatra del hospital. Se ganaron el nombre del dúo dinámico, todos en el hospital se preguntaban si había algo más que una simple amistad.

-Pregunte por ti y me comentaron que estabas aquí, ¿Qué pasa Val? –preguntó Tom?

-Adivina ¿Quién está ahí postrada en esa cama? –pregunto la Dra. al mismo tiempo que señalaba donde estaba Alex-

-¿Puedo ganar un microondas si acierto?, Adam me ha dicho que el viejo microondas está a punto de sacar la mano. Desde que nos conocimos está con nosotros, o sea que esta desde la universidad –dijo Tom acongojado pero con un tono de broma en su voz-

-Te la compras si prometes callarte

-Lo siento, ¿Quién, Dra. Díaz, está allí? No tengo ni la más mínima idea de quien pueda estar ahí adentro, así que dígame- miro hacia la habitación-

-Alexandra Gianetti, ¿Puedes creer que en todos los hospitales que hay en Florida, la han traído aquí?, y yo la he operado. –También miro hacia la habitación-

-¿Qué paso? –Dijo sin dejar de mirar aquella habitación donde estaba su otra mejor amiga-

-No sé, solo he odio que donde fueron a recogerla hubo una masacre horrible –se encogió de hombros-…al parecer  ella y otros tres son los únicos sobrevivientes

-Es mejor avisarle a Adam es su primo y que el contacte a su familia

-Si

De repente vieron como aquel cuerpo empezaba a convulsionar, Tom corrió enseguida, al llegar a su lado presiono el botón de emergencia, en cuestión de minutos había varias enfermeras en aquella habitación, Tomo empezó a reanimarla. Val también entro y cogió la mano de Alex
-1, 2,3, despeguen –el pito todavía no sonaba-... ¡Maldición!, vamos ¡Alex! Eres una chica llena de vida, Valentina te necesita, hazlo por ella…- de nuevo coloco el desfibrilador en el pecho de Alex-...1, 2,3, despeguen –el electrocardiógrafo no sonaba, Tom miro a la Dra. Díaz y vio en su mirada tristeza y suplica para que la salvara-…la tercera es la vencida, vamos ¡Alex!, no te rindas no la puede volver a dejar sola –de nuevo intento pero nada, lo hizo unas cuantas veces miro de nuevo a su amiga y esta vez había en su mirada resignación--¿
-¿Hora de la muerte? –Pregunto una enfermera-

-A las 10:00 pm (22 horas) –contesto otra enfermera-

Díaz no podía cree había perdido a la única persona que en verdad amaba, en su cabeza solo hubo un recuerdo que Alex le hizo prometer, se acercó y se sentó en una silla que estaba al lado, tomo su mano y saco su celular y puso la canción que era de ellas.

Ya sé porque estas dudando
Se lo que vas a pensar
Será este es un amor eterno?
Será un amor de verdad?

Aunque sé que esto no es fácil de entender
Que parece una locura
Aunque se que es muy difícil de creer
El amor de mi vida eres tú

Mientras la canción, su cerebro la llevo a recordar, las enfermeras y Tom salieron dejándolas solas, pasa su despedida final.

-Princesa, casi que no llegas –dijo Alex sonriendo

-Lo siento cariño, tuve que entregar una trabajo a último minuto, pero ya estoy aquí, ¿Para qué me necesitabas? –Pregunto Val-

-Quiero que vayamos allí –le señalo la playa-
Se dirigieron a la playa, ese era el lugar preferido de ellas, ahí fue donde Alex se le declaro a Valentina, comenzaron a correr hacia allá, cuando estuvieron cerca del mar, Alex se puso cara a cara con Val.

-Val, eres la mujer de mi vida, la que siempre busque…-saco de su bolsillo una caja, se arrodillo-…Valentina Díaz, cada vez que veo tus ojos me pierdo en ellos, en tus brazos encuentro paz y  tus besos son mi adicción mi droga, por eso delante del mar, la luna y las estrellas, quiero decirte… -abrió la caja-…que me dejes compartir mi vida contigo para siempre, así que Valentina Díaz, ¿Qué dices?, ¿Quieres ser mi esposa, mi compañera, mi amante y mi mejor amiga para siempre, ¿Aquí en este lugar?

-¡Si acepto! –Alex le puso el anillo, se levantó, la cogió por la cintura y comenzó a dar vueltas con ella en el aire-…Alex Te amo –coloco sus manos en su cuello-

-Y yo a ti….-la bajo-… ¿Te acuerdas que hace dos semanas vimos unos anillos que nos gustaron –Val asintió-…pues míralos –
Le mostró dos anillos que estaban en la cajita. Cada una tomo un anillo, los anillos eran en oro y plata y el centro era de esmeralda, la piedra que las dos adoraban. Cada anillo tenia grabado el nombre de la otra con y la fecha de hoy.

-Yo Valentina Díaz, te amo a ti, mi vida se ha vuelto centro de la tuya. Nuestras vidas no son nada si no están juntas, quédate siempre a mi lado, se mi amiga fiel, mi amante, mi confidente. Y yo seré tu compañera incondicional para todos los días de tu vida, hasta que la muerte nos separe – se miraron directo  a los ojo y Val le coloco el anillo-…Te amo

-Yo Alexandra Gianetti, te amo a ti, te necesito para respirar, necesito tus ojos para ver, necesito tus labios para sentir, necesito tu alma para vivir, necesito tu existencia para saber amar y lo que es ser amada…prometo amarte y cuidar de ti y voy a intentar por todos los medios ser digna de tu amor cada día. Siempre te seré honesta, fie, respetuosa y amable. Pero sobre todo, me comprometo a ser una verdadera amiga y leal a ti. Te amo. –Alex le puso el anillo-…hasta que la muerte nos separe
Se volvieron a besar, Alex la cargo y la llevo rumbo a la casa directo a la habitación, encendió el estéreo, comenzó a sonar la canción que escucharon en un bar y la dejaron para las dos ya que se identificaban con ella.

Alex fue de nuevo a donde Val, puso las manos en la mejilla de Val y bajo su cara para besarla. La sintió gemir en su boca por aquel contacto. Era maravilloso, lentamente se fueron acercando a la cama. Alex la recostó en la cama y siguieron besándose, Val dio la vuelta quedando encima, Alex acarició ligeritamente la piel suave como un pétalo con los dedos. Aspirando el aroma cuando el pelo cayó a su cara, Val se puso a horcajadas encima del cuerpo de Alex, moviéndose sobre ella con un deseo igual o más que Alex.

Sus manos encontraron los botones de la camisa de Alex y los abrió lentamente hasta que ya no hubo más. Quito la camisa del cuerpo, así como el sujetador que ya no servía tampoco. Se deslizo hacia abajo para desabrochar los pantalones y bajo despacio la cremallera, sin dejar de mirar directamente los ojos de Alex. Vio en sus ojos el hambre desenfrenada que había en ellos. Devolvió su mirada y se lamió los labios, provocando nuevas pulsaciones entre las piernas de Alex. Posó su mano donde se juntaban sus piernas y Alex soltó un profundo gemido.

Val se apretó contra Alex y sin esta ordenarle a su cuerpo por si solo su cuerpo comenzó a mecerse con aquel contacto. Alex levanto el cuerpo para ayudarle a Val a quitarle la prenda sobrante, se miraron y Val comprendió la mirada de Alex, que también se tenía que quitar la ropa y procedió a desnudarse despacio. Se soltó el sujetador con un movimiento de caderas y dejo caer grácilmente por sus brazos hasta el suelo. Para Alex esos senos eran perfectos, tenía los pezones duros y pedían ser tocados. Se giró sensualmente y se quitó las bragas con un aire juguetón, deslizándolas pos sus muslos y pantorrillas con una lentitud que era un tormento para la otra mujer.

-Ven aquí… –dijo Alex con voz ronca-…por favor –tenía la necesidad de volver a sentir su cuerpo sobre el suyo-

Solo a tu lado quiero vivir
Sin ti mi cielo se vuelve gris
Dime q hacer si no estás aquí
Solo a tu lado quiero vivir

Te mostrare lo q siento
De lo infinito el final
Pido tu mano y prometo
Por siempre te voy a amar

Val volvió a ponerse en la cama y se sentó de nuevo  a horcajadas encima del cuerpo de Alex. Alex sintió la humedad que tenía Val entre sus piernas y eso la excitó más de lo que ya estaba. El contacto de ambas pieles las hizo suspirar, era perfecto ese momento, Alex la beso despacio y profundamente como nunca hasta entonces. Las los quieran que esto durara para siempre.

Alex noto como el cuerpo de Val respondía al beso, hacía que empezó a mecer sus caderas y apretar su sexo con fuerza contra su estómago, y notaba  cada movimiento como si estuviera dentro de ella. Estaba tan excitada que no podía pensar. Los movimientos de Val se intensificaron cuando Alex se llevó a la boca uno de sus pechos, se puso a lamer y chupar el pezón de su pecho derecho mientras le acariciaba con el izquierdo con la mano.

-Oh, Alex… -le susurro al odio, desatando aún mas las  pasiones de Alex.
Las caderas de Val se movían con más fuerza y más prisa, sobre el vientre de la morena, su humedad la cubría por completo. Las caderas de Alex imitaron sus movimientos, juntando sus sexos y a veces notaban que sus humedades entraban en contacto la una con la otra.
-Dios, Alex, eres increíbles –dijo sin aliento y sus suspiros empezaron a aumentar de volumen. Ya estaba llegando y Alex también-

Val se metió el lóbulo del Alex en su boca y le diecia cosas en voz bajas que le pusieron la piel de gallina a Alex. Metió la lengua en la oreja y Alex estuvo a punto de tener un orgasmo en ese instante, Val ya conocía desde hace tiempo el punto más sensible de Alex su oreja, Alex soltó una suspiro y pronuncio el nombre de Val suavemente, ella respondió a su vez, concentrándose en las orejas de Alex. No iba a tardar en acabar con su novia, el cuerpo de Alex se apretaba más contra el cuerpo de Val con una gracia y una sincronización que les resultaban totalmente naturales. Era como si llevaran años haciendo el amor.
Alex movió las caderas con más rapidez y oyó a Val susurrar su nombre un y otra vez.

-Oh, Dios Alex, estoy a punto –suspiró Val-

-Val, déjate llevar, princesa, déjame sentirte –Alex le susurró a su ve. Sabía que en cuanto ella empezara ella iría detrás-
Alex noto el sudor en su espalda al clavarle las uñas. Val empezó a temblar cuando el orgasmo se apoderó de Val por completo.

-Ahhh… -gimió Val-

-Oh, sììììì….-Alex alcanzo la cima con ese orgasmo y su cuerpo se estremeció con cada bocanada de aire que tomaba. Los dos cuerpos se movieron el uno contra el otro y sus pieles empapadas en sudor se calentaron con la fricción-

Aunque se q esto no es fácil de entender
Que parece una locura
Aunque se q es muy difícil d creer
El amor de mi vida eres tú

Cuando cesaron los últimos espasmos, Val se derrumbó encima de Alex, jadeando con fuerza en la oreja de Alex. Alex tuvo que mover la cabeza, o habría empezado de nuevo. Val colocó la mitad del cuerpo encima de Alex y la otra mitad en la cama. Apoyó su cabeza entre los brazos y hombro de Alex.

-Ha sido asombroso, Alex, eres una amante sorprendente –suspiró Val-

-Igual que tú, mi princesa, amor mío –le dio un beso en la cabeza mientras sus respiraciones se iban normalizando-

Se quedaron así un largo rato, sintiendo de nuevo el amor que se tenían. Val se puso hacerle dibujos en el pecho de Alex con la punta de los dedos. Alex la estrecho más y noto que Val sonreía. Val bajo los dedos y se puso a jugar con el pezón del pecho derecho de Alex.
Val observo fascinada cuando se puso duro y se encogió por el calor de su mano. Estuvo jugando así hasta que Alex no lo pudo soportar más. Le cogió la mano cuando empezó a jugar de nuevo.

-Val  no voy a poder soportar mucha más provocación.

- ¿Qué provocación? -dijo, acercándose para meterse el pezón de Alex en la boca. Su muslo se colocó entre las  piernas de Alex y presionó el sexo.

- Ohhh... -suspiró Alex-
-Eres tan hermosa, Alex –dijo sin dejar de besar su pecho-
Alex sonrió y se dejó llevar por la sensación, antes de que se diera cuenta, Val coloco su cuerpo entre las piernas de Alex y empezó a lamer el tórax hasta que llego al ombligo. Alex bajo la mirada y vio la expresión apasionada de Val mientras seguía bajando.

-Oh, Oh…Dios mío…-susurró Alex-

Val besó despacio la parte interna de los muslos de Alex y deslizó su lengua lentamente a medida que se acercaba más al punto de la pasión. Provocó incesantemente hasta que captó la frustración total de la cara de Alex. Alex respiraba con dificultad y al notar la lengua de Val sobre su clítoris, sus piernas se abrieron por si solas. Val levantó las manos para sujetar las caderas de Alex y atacó de nuevo con su lengua la carne inflamada. Lamió y saboreó todo lo que le ofrecía. Emitía fuertes ruidos de placer con cada caricia de la lengua. Penetró despacio con un dedo y el cuerpo de Alex se echó hacia arriba para encontrarse con su mano. La presión que se le estaba acumulando a Alex dentro era algo que estaba aprendiendo a adorar. Había tenido algunas chicas en Italia pero nada se comparaba a lo que estaba sintiendo en ese
momento.

Solo a tu lado quiero vivir
Sin ti mi cielo se vuelve gris
Dime q hacer si no estás aquí
Solo a tu lado quiero vivir.

Val comenzó a mover la lengua más rápido con cada empujón del dedo. El cuerpo de Alex respondía como nunca hasta entonces. Alex se puso las manos en los pezones y jugo con ellos, aumentando la estimulación que estaba recibiendo.

-Ahhh... —suspiró Alex, quería y necesitaba tocarla-…por favor, Val.

-¿Por favor qué? —preguntó, mirándola con sus profundos ojos azules.

-Necesito tocarte... por favor.

Alex notó que asentía y Val sin romper aquel contacto giró el cuerpo a ciento ochenta grados. Alex ya tenía todo lo que necesitaba delante de ella, la agarro por la caderas y se llevó su sexo increíblemente húmedo a su boca. Encontró su clítoris y se lo metió por completo a la boca, noto como se le tensaba el cuerpo a Val y sus caderas se apretaron contra la cara de Alex.

Empezó a mover la lengua más rápido y supo que Val no iba a poder durar mucho. Le chupó la punta con fuerza y se la rozó con la lengua con caricias rápidas y firme. El  cuerpo de Val se estremeció enfervorizado cuando le empezó el orgasmo. Alex movió la mano y le metió el pulgar dentro. Sus gemidos aumentaron cada vez que la embestía con la mano. El cuerpo  de Alex inició su ascenso rumbo al precipicio. La lengua de Val era tan increíble como el resto de su cuerpo. Alex oyó y notó que Val alcanzaba el orgasmo. Val tenía la respiración entrecortada y le temblaba el cuerpo violentamente. Alex la siguió al  tiempo que su cuerpo abandonaba todo vestigio de normalidad. Se estremeció el cuerpo de Alex  y se puse a gemir sin parar en voz alta. Gritó el nombre de Val más veces de las que consigo recordar. Ella volvió a suspirar el de Alex una y otra vez hasta que no pudieron decir nada más.

-Val, prométeme si llego a morir tú me pondrás esa canción, nuestra canción –dijo Alex muy seria-

-Amor no digas eso por favor, no te va a pasar nada –dijo Val aferrándose más a al cuerpo de Alex-

-Uno nunca saber, mi amor, solo prométemelo
-Está bien, lo prometo

-Yo prometo que si llego a morir, moriré en tus brazos a tu lado –Alex la abrazo más fuerte-
Esa fue la última y primera vez que hicieron el amor y la última vez que Valentina vio a Alex.



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Tiempo Actual, hospital Healthcare 10:15pm (22:15 horas)

                                                                                                                                     
Solo a tu lado quiero vivir
Sin ti mi cielo se vuelve gris
Dime q hacer si no estás aquí
Solo a tu lado quiero vivir

La canción había terminado.

-Alex…por favor, no me dejes no de nuevo, te necesito para vivir como tú me dijiste a mí…Sabias que eras lo más importante en mi vida y lo seguirás siendo. No me importaba saber que estabas lejos de mí, pero tenía la seguridad que estabas viva. Quería ver tu rostro de nuevo,  quería ver tus ojos color verde que eran como la esmeralda, quería que volver hacer tuya y tu mía, quería probar de nuevo el sabor de tus labios, si hubiera sabido que ese el no volverte a ver más debía ser mi sacrificio solo por verte con vida lo hubiera hecho, solo le pedía a Dios que te cuidara. ¿Qué fue lo que te paso?, ¿Qué fue lo que realmente ocurrió allí en ese lugar?, te dije miles de veces que te cuidaras así fuera en broma, aquí –señalo su corazón-…siempre sentí que algo malo pasaría, ¿Por qué me dejaste con todo este dolor aquí en el corazón?, nadie te reemplazara y no quitaran este dolor. Tú eras mi felicidad, ya no podre enamorarme de nadie más.- Val en ningún momento soltó la mano de Alex-…. Solo a tu lado quiero vivir, sin ti mi cielo se vuelve gris, dime que hacer si no estás aquí, solo a tu lado quiero vivir –ella cantaba de nuevo la canción-

-Llora todo lo que necesites. Ella sabía que la amabas y te amaba más que a su vida, murió a tu lado como siempre quería, me dijo que si algo le pasaba siempre te amara. Que tu amor se lo lleva para donde vaya –dijo Adam el novio de Tom y es primo de Alex-

Tom lo había llamado, hace dos días Adam no sabía nada de su prima, a comparación de Val y su  novio, él siempre estaban en contacto para saber de Val, había entendió el por qué Alex debía mantenerse alejada de Val, la última vez que hablaron le entrego  un sobre, le dijo que el archivo tenía una clave y que la única que lo sabía era Valentina.
Val estuvo llorando toda la noche, mirando aquel cuerpo frio, tieso y pálido, no quería soltar su mano su lo hacía ya  no la volvería a sostener. La enferme entro para desconectar todos los cables que estaban conectados al cuerpo de Alex. A las pocas horas llego el fiscal para llevare el cuerpo entre Tom y Adam tuvieron que luchar con ella para que dejara que se llevaran el cuerpo, aquel hombre de la “fiscalía”, veía la escena tuvo que aguantar para no llorar ahí mismo.

Lo más duro fue el entierro, Val se arrodillo ante la lápida “Aquí descansa el amor de mi vida, Alexandra Gianetti Posada 1985-2010, Señor recíbela con todo tu amor como yo se lo di a ella”,


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-¿Crees que si se pondrá bien? –pregunto aquel joven el cual Val había visto salir de la habitación de Alex.

-Sí, estoy más que seguro, por eso le dicen Fénix y el Ángel de la vida –dijo el hombre de la “fiscalía”-…No viste como estaba llorando Valentina, Alex siempre era embobada hablando de ella y el día en que se van a reencontrar y  eso falta poco…

Continuara…